lunes, 4 de agosto de 2008

Mi confrontación con la docencia


Mi ingreso a la docencia estuvo definida tal vez desde mi infancia, pues en casa mi señora madre lo era y por ello, la vida en el salón de clases no era del todo desconocida para mí.

A pesar de esa influencia inicial me gustaba la Electrónica, motivo por el cual deseaba estudiar Ingeniería electrónica, sin embargo esa carrera se ofrecía en aquella época sólo en la Ciudad de Monterrey y los recursos económicos no permitieron esa situación.

De esta manera se dio mi aparición en la docencia, inicialmente estudié la carrera de maestro de educación primaria y posteriormente la Normal Superior en el área de matemáticas, situación que me dio el acceso a la Universidad Pedagógica Nacional.

Ser profesor ha sido desde el momento, como ya lo señalé una actividad a la que estaba un tanto acostumbrado y tal vez en algún momento deseado, por lo que cuando ingresé en el servicio en educación básica, contaba con el cúmulo de consejos y estrategias que la experiencia que se tenía en casa fue aprovechada en todo lo que pude. En este sentido no puedo decir que fue dificultosa mi inserción en la docencia.

El acumular experiencia en diversos niveles, entre ellos el bachillerato me ha permitido analizar la actividad del profesor desde la mirada de los alumnos, esto es, desde las inquietudes, necesidades e intereses de ellos, lo que permite diferenciar de manera efectiva el conjunto de actividades que definen nuestra actividad.

En los muchos años de servicio que he acumulado en esta actividad, son muchas las satisfacciones que la docencia me ha proporcionado, desde la carita sonriente de un niño que aprende a leer y a escribir, hasta el alumno de bachillerato o licenciatura que aprende a resolver ecuaciones que antes no podía realizar por diversas razones, entre ellas, las metodológicas en la enseñanza y que al poder actuar sobre la asignatura desmitifica aquello de que la matemática es muy difícil y reservada sólo para unos cuantos.

Pero en la realización de las actividades docentes también hay insatisfacciones entre ellas el que no posea herramientas de trabajo acordes a la realidad en la que aprenden mis alumnos, lo que hace que las actividades sean para ellos, en algún momento tediosas y carentes de interés, lo que se traduce en escaso aprovechamiento y en repercusión sobre los contenidos posteriores del programa respectivo.

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